Printer Friendly Version Discurso del Presidente de la República de Serbia, Aleksandar Vučić, en el Debate General del 77º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU @ 27 September 2022 03:29 PM

22 de septiembre de 2022

"Estimado Señor Presidente de la Asamblea General, Estimado Señor Secretario General, Excelencias, Señoras y Señores,

Es un gran honor para mí dirigirme a ustedes en nombre de la República de Serbia.  No tomen a mal, que debido al tiempo limitado, hoy dejaré de lado el peso de la formalidad, el discurso de cortesía, los saludos a los presentes y a los ausentes, y hablaré directamente sobre la esencia de aquello por lo que nos hemos reunido. Estoy aquí por enésima vez. La gravedad del momento en el que nos encontramos, me obliga  a compartir con ustedes palabras duras, pero ciertas. Todo lo que hoy hacemos aquí parece ser, dicho suavemente, impotente y pálido.

Nuestras palabras suenan huecas y vacías frente  a la realidad a la que  nos enfrentamos. Y esa realidad es que  aquí  nadie escucha realmente a nadie, nadie se esfuerza por acuerdos reales y  por la resolución de los problemas y casi  todos sólo se preocupan por satisfacer sus propios intereses, con frecuencia pisoteando en ese proceso a los principios fundamentales del derecho internacional, arrojando bajo sus pies la Carta de las Naciones Unidas y otros documentos en los que se asienta esta organización. De esto no es culpable ni Antonio Gutiérrez ni nadie de la ONU, sino aquellas potencias que no tiene en cuenta nada excepto la satisfacción de sus propios fines políticos, económicos y, lamentablemente, los fines militares.

Somos testigos de que el tiempo en el que vivimos se caracteriza por la complejidad de la situación geopolítica global. Nuestro debate general se lleva a cabo en condiciones de perturbación de la paz mundial, en una medida como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial y desde la fundación de las Naciones Unidas. Los desafíos globales con los cuales nos enfrentamos amenazan con cambiar fundamentalmente la arquitectura de la seguridad internacional y conminar el orden legal internacional establecido. Estos tiempos complejos exigen mucha sabiduría y unidad para preservar la paz como el bien absoluto de mayor importancia entretejido en los cimientos mismos de la organización de las Naciones Unidas.  Por  ello,  deseo  exponer  ante ustedes,  con precisión y claridad,  mi punto de vista  sobre los cinco desafíos clave con los que hoy nos enfrentamos:

1. Regreso a la paz y preservación de la estabilidad global;

2. Preservación de la integridad territorial y la soberanía de los Estados internacionalmente reconocidos, miembros de esta organización, como principio básico del derecho internacional público y de las relaciones entre los Estados;

3. Seguridad energética en condiciones de crisis global;

4. Seguridad financiera de los países pobres y en vías desarrollo y

5. Suministro de alimentos en condiciones de líneas de suministro global cortadas debido a la guerra.

Las actuales condiciones globales, cada vez con mayor frecuencia, nos advierten que el principio de resolución pacífica de los litigios no tiene alternativa. Este principio es hoy más   importante que nunca y se describe mejor en el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas que nos convoca a ser más tolerantes y a vivir juntos en paz unos con otros como buenos vecinos. La renuncia al uso de la fuerza y la solución pacífica de las controversias son los pilares en los cuales se asienta la estabilidad mundial, pero deben estar acompañadas de  principios como el  respeto no selectivo de la Carta de las Naciones Unidas, la aplicación de las resoluciones vinculantes del Consejo de Seguridad de la ONU y los principios fundamentales del derecho internacional público vigente.

Punto 2: Preservación de la integridad territorial y de la soberanía de los Estados reconocidos internacionalmente, miembros de esta Organización. Serbia apoya la integridad territorial de todos los estados miembros de la ONU, incluyendo, naturalmente, la integridad territorial de Ucrania. De esta manera, nos comportamos con responsabilidad y con seriedad en esta alta casa. De muchos de los oradores hemos escuchado relatos sobre la agresión y la violación de la integridad territorial de Ucrania. Muchos dicen que es el primer conflicto en el suelo de Europa desde la segunda Guerra Mundial. Pero la verdad es que la primera vez que se violó la integridad de un país en Europa fue en Serbia, que no atacó a ningún otro país soberano, pero esto se mantiene persistentemente en silencio. Buscamos una respuesta clara a esta pregunta que he formulado durante muchos años a mis  interlocutores, los líderes de muchos países: ¿cuál es la diferencia entre la soberanía e integridad territorial de Ucrania y la soberanía e integridad territorial de Serbia, que ha sido  gravemente violada, y a la que muchos de ustedes le otorgan reconocimiento y legitimidad internacional?  Nunca he obtenido de nadie  una respuesta racional a esta pregunta. Les recuerdo que Serbia nunca ha puesto un pie en territorio ajeno, ni ha amenazado la integridad territorial de ningún estado soberano, para que alguien intervenga o lleve a cabo una agresión en su contra, como se hizo en 1999. No obstante,  eso no impidió  que 19 de los países más ricos atacaran a un país soberano sin la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El hecho de que, tras la finalización del enfrentamiento armado, se firmara  un acuerdo con la OTAN, cuyas disposiciones preveían la adopción de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, que  confirmaba y garantizaba la soberanía  parcial y la total integridad territorial de Serbia, no impidió que muchos países de Occidente reconocieran la independencia declarada unilateralmente por el así llamado Kosovo, vulnerando una vez más la integridad territorial de nuestro país, la Carta de las Naciones Unidas y la Resolución 1244.

Precisamente, debido a esta experiencia que atravesó y sigue atravesando Serbia, estoy convencido que tengo todo el derecho de citar en este lugar las palabras del gran Martin Luther King: la injusticia cometida en cualquier parte es también una amenaza para la justica en todas partes. Estas palabras son un recordatorio, pero también una advertencia para todos mostros. Sin tener en cuenta que todavía estamos sintiendo las consecuencias de la grave violación de las disposiciones básicas del derecho internacional público, no renunciamos a los principios fundamentales de las Naciones Unidas. Continuaremos abogando por el respeto constante  del principio de inviolabilidad de las fronteras, el respeto por la soberanía y la integridad territorial de todos los demás estados miembros de las Naciones Unidas. A pesar de nuestra posición, aún hoy muchos en esta sala tienen problemas con el respeto a la integridad territorial de Serbia. ¿Se preguntaran por qué? Porque ellos poseen la fuerza, y nosotros somos pequeños y débiles ante sus ojos. Sin embargo, como han podido escuchar,  nosotros aún tenemos  fuerza para exponer la verdad en este lugar.

Excelencias,

Les debemos un especial agradecimiento a todos aquellos Estados miembros de las Naciones Unidas, y que en este momento constituyen la mayoría en esta Asamblea, que apoyan la integridad territorial de la República de Serbia, especialmente en la zona y el territorio de Kosovo y Metohija. A su vez, es aún más alentador que el número de países que apoyan las posición de Serbia aumentó en el período comprendido entre la realización de las dos sesiones, es una tendencia que debe continuar, ya que es de especial importancia permanecer  fieles a los principios básicos consagrados en la  Carta de las Naciones Unidas, como el principio de inviolabilidad de las fronteras.

La República de Serbia y yo, como su Presidente, con mucha paciencia y con muy buena voluntad continuamos  buscando un compromiso en relación con Kosovo y Metohija, bajos los auspicios de la Unión Europea, y también en el marco del diálogo entre Belgrado y Pristina. Es un proceso difícil, que tiene más de  diez años, pero no vemos otra alternativa. Es mejor negociar durante cien años que un día de guerra. Espero que logremos alcanzar una solución recíprocamente aceptable, fundamentada en el compromiso, puesto que es absolutamente  la única manera de lograr nuestro objetivo, que es el establecimiento de la paz duradera,  como requisito previo para una vida próspera para los serbios y albaneses y para toda la región. Ya hemos agotado todas las otras opciones y, en lo que respecta a Serbia, no deseamos ni en sueños volver al sendero de los enfrentamientos, conflictos y derramamiento de sangre. La región de los Balcanes no puede sobrellevar otro conflicto. Confío que en este esfuerzo contaremos con la buena voluntad y la comprensión de nuestros socios internacionales, dado que también ellos saben muy bien que algunas decisiones anteriores de sus gobiernos fueron malas y no sirvieron para el futuro de nuestra región ni para la paz mundial. Belgrado lleva este proceso en circunstancias sumamente complejas en las cuales está presente una guerra híbrida y una campaña sucia en parte de la opinión pública internacional contra nuestro país en diferentes campos. Solo es suficiente recordar las citas y presunciones de los medios de información mundiales acerca de que Serbia atacaría a sus vecinos y que representa una amenaza para la estabilidad regional. Por supuesto, eso nunca sucedió, y sólo fue una mentira más de la serie de numerosas mentiras contra la República de Serbia. Serbia ha sido caracterizada como un potencial factor de desestabilización en la región, solo para que no dijera la verdad –  o sea, que el principio de inviolabilidad de las fronteras debe valer para todos por igual. Serbia fue y será un factor de estabilidad en toda la región. Serbia, a pesar de muchas mentiras y falsificaciones, apoya el Acuerdo de Paz de Dayton, la integridad territorial de Bosnia y Herzegovina y la integridad territorial de la República Srpska dentro de Bosnia y Herzegovina.

Por otra parte, nosotros estamos convencidos que los pueblos de los Balcanes tienen capacidad  para continuar la coexistencia en el futuro como amigos y socios que tienen una visión común de pertenencia a una Europa unida. Esto me consta, ya que hemos superado muchas de las barreras que existieron durante años entre nuestros pueblos y nos costaron miles de vidas y un futuro desaprovechado. Serbia y Albania, por ejemplo, tienen actualmente relaciones más cercanas y amistosas que en toda su historia compartida de muchos siglos en la Península Balcánica.

Sólo  ha sido  necesario conversar  sensata y pragmáticamente sobre nuestro futuro y no sobre nuestro pasado. Conversar sobre cómo resolver los problemas que aquejan a nuestra gente, a nuestras empresas, a los trabajadores, estudiantes y empresarios. Hemos discutido mucho y encontramos numerosas soluciones que ya han eliminado las barreras que existían entre nosotros sin ningún motivo racional. Ante todo en la economía, el comercio y el flujo de  personas y capitales. Serbia, Albania y Macedonia del Norte desde hace ya tres años han implementado el proyecto Balcanes Abiertos, que tiene un clara visión – abrir la región a las personas, bienes, servicios, capitales y empresas, para obtener un área que estará permanentemente libre de tensiones, tiranteces y conflictos. Además de los indudables beneficios económicos conjuntos que aporta esta iniciativa, tiene también una dimensión más amplia, sobre todo por conectar a personas de diferentes culturas y promover la diversidad,  contribuyendo así al desarrollo general de las sociedades en esta parte de Europa. De esta manera, Serbia continúa contribuyendo a la paz, la estabilidad y al proceso de reconciliación en la región, con lo cual brinda también una significativa contribución a la seguridad a nivel global.

Para esto nos inspiramos en las palabras de uno de los más grandes diplomáticos de la historia y gran Secretario General de las Naciones Unidas, Dag Hammarskjöld, quien dijo acerca de esta organización que  no fue creada para llevar a la raza humana al paraíso, sino para salvar a la humanidad del infierno.

Damas y caballeros,

En cuanto logramos superar la pandemia global, nos vimos enfrentados con nuevos desafíos que nos esperábamos en este siglo. Mientras como humanidad, paso a paso, vamos  avanzando rápidamente en el plano tecnológico, han aparecido ante nosotros problemas existenciales, tales como la seguridad energética, la seguridad financiera de los países en desarrollo, así como también inconvenientes en la cadena de suministro de alimentos básicos. La solidaridad que fue imprescindible en la lucha contra la pandemia es aún más indispensable hoy cuando se ven amenazadas las necesidades básicas de las personas en lo referente a alimentos y energía.

La República de Serbia considera su seguridad energética como parte inseparable de la seguridad nacional y como requisito previo clave para la continuidad del desarrollo económico y el progreso de nuestro país. Nos esforzamos por garantizar  la continuidad del suministro energético, pero compartimos la preocupación por los desafíos geopolíticos actuales que amenazan la estabilidad energética europea y mundial. Continuamos comprometidos con  la búsqueda de soluciones que puedan tener fuerza  transformadora en los esfuerzos por alcanzar la seguridad energética regional y europea. Deseo destacar que la República de Serbia ha logrado mantener la continuidad de los suministros energéticos durante el trascurso de la crisis actual. Sin embargo, continuamos vitalmente interesados en la diversificación de las fuentes de suministro, inversiones adicionales en la infraestructura energética, pero así también en un desarrollo más rápido y eficiente de capacidades basadas en fuentes de suministro  renovables.

Justamente, en las Naciones Unidas hemos denominado a la década  actual  como la  década de un futuro más sostenible y resiliente, de acción y transformación. Así debe permanecer y continuar, pero con un ritmo un poco más rápido. El desarrollo desigual, así como también la vulnerabilidad financiera de los países en desarrollo, provocan estratificaciones sociales adicionales e inevitablemente conducen a nuevos antagonismos. El desarrollo equilibrado no debe ser limitado, ni condicionado ni geográfica ni políticamente, sino que debe ser posible para todas las personas independientemente de su pertenencia étnica, racial, cultural o religiosa.

Tenemos ante nosotros otro desafío muy importante que debemos superar con esfuerzos conjuntos, y consiste en encontrar la manera más eficaz de evitar las consecuencias que la actual crisis internacional tiene sobre la seguridad del suministro global de alimentos. El desarrollo de la situación es sumamente alarmante, y la realidad es que todos, sin excepción, estamos afectados. El aumento del precio de los alimentos y su accesibilidad constituyen un problema adicional. La tarea de todos nosotros es encontrar soluciones operativas y  eficientes que no dejen de lado a nadie. Nos corresponde a los países, como las entidades internacionales más importantes, unirnos individualmente en la coordinación de medidas, ante todo contribuyendo en esta noble tarea a nivel nacional, para preservar lo más valioso - la vida humana y su dignidad.

El tema del Debate General de este año nos advierte el valioso momento y la interconexión de los desafíos en el plano internacional. Las crisis que nos enfrentamos nos recuerdan la importancia de la comunicación abierta. No es necesaria demasiada sabiduría para llegar a la conclusión que los desafíos sólo se pueden superar exitosamente si sus causas se identifican correctamente. Serbia considera que es imperativo que los desafíos actuales no profundicen  de ninguna manera las divisiones en el mundo, y que la ya evidente y tendenciosa polarización a nivel  global debe dar paso a los principios del multilateralismo.

Desearía subrayar que la República de Serbia participa en los esfuerzos colectivos para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y la implementación de la Agenda 2030. Serbia comparte la visión del Secretario General sobre el futuro de la cooperación global según lo  determinado por Nuestra Agenda Común y apoya firmemente el multilateralismo inclusivo,  en red y efectivo, como el mejor medio para responder a los desafíos más apremiantes de la humanidad. 

Damas y caballeros,

El multilateralismo, la acción colectiva y la responsabilidad compartida son elementos imprescindibles de nuestros debates hasta el momento,  pero permítanme señalar que el punto de partida de cualquier  compromiso constructivo es la solidaridad.

Finalmente, deseo afirmar que la República de Serbia continuará siendo un socio confiable para la concreción de los fines conjuntos definidos en el marco de las Naciones Unidas, creyendo firmemente que es el mejor camino para construir un mundo mejor para nosotros y nuestras futuras generaciones. Pero no debemos olvidar que las Naciones Unidas son  fuertes en tanto y en cuanto respetemos las decisiones y los actos acordados conjuntamente de esta organización.

Citaría algo que hemos escuchado 23 veces hasta ahora, y eso es: la Carta de las Naciones Unidas es la única norma que debe respetarse. Esto lo hemos escuchado de todos. En el caso de la República de Serbia, 17 de los 23 que hablaron sobre la Carta de la ONU y de las resoluciones de la ONU violaron el derecho internacional público y no respetaron las reglas establecidas por las Naciones Unidas. Espero que podamos superar todas las dificultades y hacer que las reglas y los procedimientos sean iguales para todos en el mundo. De lo contrario, no veo la salida al final del túnel. Gracias por la atención. ¡Viva Serbia!”.

Fuente: www.predsednik.rs